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Cuando pensamos en la seguridad del hogar es común pensar primero en las puertas o los enrejados. Generalmente nos preguntamos qué tipo de puerta nos ofrecerá mayor seguridad, o de que grosor es el enrejado ideal. Por supuesto que estos son aspectos importantes en la seguridad, pero nos olvidamos del elemento esencial. Sin una cerradura que la mantenga cerrada, cualquier puerta resulta inútil. Por este motivo es importante conocer más sobre ellas.

¿Porque es importante elegir la cerradura correcta?

cerraduras

Hay muchos tipos de cerraduras y no todas son viables para cualquier caso. Por esto a la hora de adquirir una, es importante pensar en cuál será la mejor para nuestras necesidades. Lo primero que hay que tener en cuenta es qué tipo de abertura queremos cerrar. Una puerta de exterior depende de una cerradura mucho más resistente que una de interior. Tampoco es lo mismo un hogar que un local comercial o la habitación de un hotel.

Otro elemento a tener en cuenta es el material del que está hecha la puerta o cerramiento en el que se instalará la cerradura. Y la presencia de niños en el lugar en que se instalará puede ser relevante, ya que debe ser a prueba de ellos. En algunos casos el diseño de la cerradura puede ser importante para que acompañe la estética de la puerta y el lugar.

El factor seguridad también es importante a la hora de elegir una cerradura, ya que no todas ofrecen el mismo nivel de seguridad.

¿Qué tipos de cerraduras puedo encontrar?

Hay cerraduras muy variadas, cada una de ellas pensada para una situación muy diferente. Por ello a la hora de adquirir una es importante entender cuál es su función y su nivel de seguridad.

Cerraduras tubulares: Son aquellas que se encuentran comúnmente en los picaportes. Pueden cerrarse y abrirse desde el interior con solo pulsar un botón, pero para abrirlas desde el exterior se requiere una llave. Esto las hace ideales para dormitorios, baños, despachos o cualquier habitación. No son recomendables para exteriores ya que son fáciles de violar.

Cerraduras de sobreponer: Estas cerraduras se instalan en la cara exterior de la puerta, quedando completamente a la vista. Suelen usarse en puertas de exterior, aunque en estos casos es mejor usarlas como complemento ya que son muy inseguras.

Cerraduras de empotrar: Son el tipo de cerradura más común en las puertas de entrada de los hogares.  Van embutidas en el interior de la puerta y son muy seguras.

Cerraduras multipunto: Son cerraduras de máxima seguridad, muy difíciles de forzar mediante los métodos más comunes. Cuentan con varias zonas de anclaje, en diferentes puntos de la puerta. Son el complemento perfecto para una puerta blindada.

Cerraduras digitales: La seguridad de estas cerraduras radica en la ausencia de una llave física. Esto dificulta la apertura de las mismas a través del robo de la llave. Suelen abrirse mediante un código o reconocimiento de huellas dactilares.

Las cerraduras son un elemento fundamental en la seguridad del hogar y deben ser consideradas con seriedad y cuidado. Por este motivo, es importante que, para su instalación, e incluso para su selección, se recurra a un servicio de cerrajero en Madrid.

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